A las 3 de la mañana suena la alarma, comienza un día llena de grandes emociones, pero también uno de los mas cansados del viaje.
El primer punto a visitar el Templo de Abu Simbel a cuatro horas en autobús desde el punto de amarre de nuestro crucero.
Era uno de los templos que mas ganas tenia de visitar, su historia me fascina y cada vez que lo veo alucino mas.
En 1968, conociendo que el templo sería cubierto por las aguas del lago Nasser tras la construcción de la presa de Asuán, La UNESCO con donaciones de distintos países procedió a la reubicación del templo, una auténtica obra maestra.
El templo esta compuesto por dos construcciones, la primera que vemos en la siguiente imagen, se denomina templo menor y esta dedicado a Nefertari, la esposa favorita de Ramsés II
Y el segundo, y mas famoso, el templo mayor, dedicado a los dioses Ra, Ptah y Amón. En la entrada podemos ver cuatro grandes estatuas del faraón Ramsés II, una de ellas se destruyó durante un terremoto y solo quedan intactos las piernas.
En el interior del gran templo encontramos un santuario con las imágenes de los tres dioses y del faraón pero lo mas curioso, es que por su ubicación contempla un fenómeno solar, durante dos días al año los rayos del sol entran en el templo e iluminan tres de las imágenes, dejando en tinieblas al dios Ptah, dios del inframundo.
Otras 4 horas de autobús de regreso a nuestro siguiente punto en el planning. El Templo de Philae, un templo ubicado en una isla por lo que su acceso se debe hacer en barco, tengo que reconocer que estos pequeños trayectos en estas embarcaciones me parecen super relajantes y especiales.
El templo de Philae esta dedicado a la diosa Isis, la diosa del amor. Y al igual que el templo de Abu Simbel y cómo podemos observar en las marcas de la fachada de entrada, fue cubierto por el agua tras la construcción de la presa de Asuan por esta razón fue reubicado a la actual isla.
En el complejo del Templo tambien podemos encontrar otras construcciones mas modernas, símbolo de otras culturas que pasaron por el lugar, entre ellos encontramos varios monumentos romanos, el Quiosco de Trajano y la puerta de Adriano; el templo de Hathor o algunas cruces coptas.
De vuelta en el barco disfrutamos de un descanso merecido mientras navegamos hacía el siguiente templo que visitaremos al atardecer. Los grandes ventanales de las habitaciones permiten captar imágenes únicas de los paisajes del Nilo.
La última visita del día es al templo de Kom Ombo. Se trata del primer templo que visitamos iluminado y también el primero en el que nos abrumamos por el gran número de turistas, situación que empaña el recuerdo del templo, siendo imposible disfrutar de los detalles. No me quiero imaginar el lugar en temporada alta y sin Covid.
El Templo de Kom Ombo esta dedicado a los dioses Horus y Sobek, es un templo repleto de simbolismo, de ahí la importancia de ver sus detalles. La parte izquierda del templo esta dedicada al dios Horus, representado con cabeza de halcón y la parte derecha al dios Sobek, representado con cabeza de cocodrilo.
En la visita también se incluye el museo de las momias de cocodrilo, nuestro paso por el fue rápido, era imposible estar con tanta gente.
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!